jueves, 11 de julio de 2013

Nuestro Corazón es Música.

Gracias a @COROTALIA, me enteraba de un estudio que reafirma y demuestra de manera científica lo que es obvio y las madres utilizan de forma intuitiva desde tiempos remotos.

El estudio realizado en la Universidad de Gothemburg afirma que el corazón de los cantantes de un coro se sincroniza cuando hacen música juntos.
El pulso musical es definido muchas veces como "el latido de la música". Un latido, que como el de nuestro corazón es regular, pero va modificándose con las distintas emociones. Tanto en lo físico como en los musical, el latido, el pulso, está muy asociado a la respiración. Tanto en la vida como en la música no podemos vivir si respiración.

Yo no he hecho estudios científicos, pero he comprobado en la práctica lo que es sentirse parte de un mismo latido cantando en un coro. Es algo mágico, que se siente y se percibe en un instante cuando dejas de ser tú y comienzas a dejarte llevar por algo mucho más grande; por ese latido conjunto, que pondría la mano en el fuego también se refleja en nuestros corazones, hablando metafórica y literalmente.

CORO TALÍA. Auditorio Nacional de Madrid

Pero esta experiencia de acompasar los latidos del corazón al pulso de la música también la he sentido al dormir a mis pequeños en brazos. 
Una manera muy efectiva de calmar a un bebé nervioso es ir buscando que su corazón vaya latiendo cada vez más despacio.

Para conseguirlo acuno al bebé bien pegadito a mi pecho y comienzo a cantar, pero a cantar en un tono fuerte y a una velocidad rápida. Mis movimientos también son rápidos y marcados. Poco a poco, muy poco a poco la música va siendo cada vez más suave y sobre todo cada vez más lenta. Es un cambio que debe ser muy progresivo, para que el corazón vaya calmándose a la vez. Como lo que canto siempre suele ser inventado, al final, cuando el pequeño ya está relajado me quedo repitiendo con una cadencia constante alguna frase o sonido. El movimiento y el sonido se van extinguiendo...y el bebé respira tranquilo y duerme.



Jugando con los distintos parámetros de la Música y del Movimiento hemos conseguido desacelerar el pulso del corazón y ralentizar la respiración.

Sólo queda un dulce beso y...¡A soñar con cosas bonitas!


6 comentarios:

  1. Qué entrada más bonita, Isabel. Qué gran descripción de lo que es el "latido" musical. Ahora, cuando abrace a mis sobrinos, los sentiré de una forma diferente. Gracias.

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    1. No hay nada que me guste más que sentir su corazón y su respiración cuando duermen sobre mi pecho. Pruébalo. un beso

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  2. Me ha gustado esta entrada porque yo también he dormido mil veces a D&D cantando!!Sobre todo a Dani que le costaba más coger el sueño. Casi siempre cantaba el motivo de un tema de Mozart: Variaciones en Do mayor de una canción francesa, "Ah Vous Dirai-Je maman" K.265, e iba enlenteciéndola, como tú dices, hasta que se quedaba roque y lo notabas porque hay un punto en el que a los nenes, (y a los adultos imagino que también nos pasa),les cambia la respiración a otro ritmo, más lento, más profundo, como si fuera un pulso más uniforme, más regular, más asentado...y ahí era cuando la canción llegaba a su fin y le podía depositar suavemente en la cuna... ahora lo hago con algún sobrino de vez en cuando...

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    1. Es increíble ese momento de desconexión, cuando sabes que ha caído dormido profundamente.Qué afortunados D&D.
      Un beso

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  3. Eres genial Isabel! Lo he hecho siempre con Darío. Le cantaba canciones y le ponía música cuando estaba embarazada y desde niño le he dormido con canciones. Conocía la sincronización de ritmos cardiacos, es similar en los enamorados, pero me encanta la dulzura con la que lo cuentas.

    Un abrazo

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    1. Me parece un momento muy tierno, cuando se duerme a un bebé cantando. Me alegro muchísimo de que lo disfrutes con Darío.

      Un besp

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