viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Por qué es tan importante que los niños reciban clase de música?

Este artículo pertenece a una serie de posts que analizarán la relación entre los niños y la música.
Parten del planteamiento de una pregunta para reflexionar e ir analizando la relación de los niños con la música y la importancia de ésta en su educación y desarrollo.

Aquí tienes el enlace a los otros post

 ¿Por qué es tan importante la música para los niños? 




Hoy nos toca hablar de:



 ¿Por qué es tan importante que los niños reciban clase de música?



Empecemos por aclarar que cuando me refiero a clases de música hablo de las múltiples posibilidades que existen, empezando por la clase de música en los colegios y continuando por las clases de música extraescolares tanto en grupo como en la práctica de algún instrumento.
En el post de la semana pasada vimos por qué era muy importante la música para los niños. (Puedes volver a leerlo aquí.) Analizamos que hay un montón de factores en la música que benefician el desarrollo del niño tanto a nivel físico como psicológico, cognitivo y emocional.

No hay duda de que la música proporciona múltiples beneficios a las personas y de manera muy especial y sensible a los niños. Hay muchísimos estudios que reflejan los beneficios que aporta la música y las diferencias entre los niños que la estudian y los que no, podemos encontrar muchísimos en la red. Pero yo quiero hablar de los motivos menos científicos,  de los más personales y de crecimiento, así que ahora viene la reflexión sobre la pregunta de hoy: ¿Por qué es importante recibir clase de música?



-Porque cuanto más conocemos algo más podemos apreciarlo y beneficiarnos de ello. Objetivamente sabemos que la música potencia muchísimas cualidades en el desarrollo de los niños, pero lo importante es que los pequeños lleguen a hacer de la música algo suyo, algo que forme parte de su esencia, para poder obtener esos beneficios y disfrutar plenamente. No es necesario que todos los niños desarrollen las destrezas necesarias para tocar de manera fluida un instrumento, pero creo que sí que sería necesario que todos los niños, sin excepción, tuvieran un acceso al lenguaje con el que se transmite la música, al significado de la música y a la experiencia musical. Depende luego de cada uno hasta donde lleve esa experiencia, pero es amando y entendiendo la música cuando realmente conseguimos transformar nuestra mente y nuestras emociones.

- Porque conocer la música implica amarla. La música es un mundo tan amplio, se puede abordar desde tantas facetas distintas, que es imposible no encontrar alguna parte de ella que no te lleve a amarla. Puede ser como oyente, como intérprete, como bailarín, para relajarte, para leer sobre ella... La música está presente de manera continua en nuestras vidas y cuanto más sabemos de ella más matices podemos apreciar que nos hagan disfrutar.

- Porque en la clase de música se abre la puerta a nuevas  y enriquecedoras experiencias. Experiencias de colaboración, al tocar con otros, experiencia de sentir la música en directo, la experiencia de entenderse sin palabras o la de colaborar en algo grande apenas aportando un poco. Porque la música se hace grande con la participación de muchos.

Porque las clases nos brindan la oportunidad de conocer las múltiples facetas de la música. La música se puede escuchar, se puede interpretar, se puede componer, se puede analizar, se puede reflexionar... y en las clases de música se trabajan todas estas áreas, haciendo que los niños que acuden a clases de música tengan una visión mucho más amplia y puedan encontrar su camino y profundizar en su educación artística.

- Porque la clase de música nos enseña a compartir y a comprender, a aceptarnos mucho más a nosotros mismos y a los demás. La esencia de la música es compartir, es un código que necesita de un intérprete que haga de nexo entre el compositor y el receptor, uno de los principales objetivos de hacer música es compartirla con los demás y esto nos hace ser más generosos. Nadie es capaz de valorar la dificultad que supone hacer música hasta que no lo intenta por él mismo. Esto hace que los niños que estudian música comprendan y experimenten esa dificultad y la satisfacción de ir superándola obteniendo resultados satisfactorios, lo que provoca que sean mucho más objetivos y comprensivos con el esfuerzo y el resultado de ellos mismos y de los demás.


-Porque las clases de música despiertan la sensibilidad. La música es el lenguaje de las emociones, la música tiene el poder de despertar los sentimientos. En las clases de música se trabaja con todas las emociones y se educa el oído para poder apreciarlas mejor. En un mundo en el que muchas veces se prima la cantidad a la calidad, los contenidos al desarrollo personal, debemos darle mucha importancia en la educación de los niños a la parte emocional que define al ser humano y buscar vehículos de canalización de las emociones y medios de expresión de los sentimientos. Es vital para que nuestros pequeños tengan un desarrollo integral.

- Porque en las clases de música se trabajan valores tan importantes como la superación, la perseverancia, la disciplina, el compañerismo, la satisfacción por el trabajo bien hecho... La música es a la vez algo muy simple y algo terriblemente complejo. Interpretar una pieza musical requiere un enorme esfuerzo y un trabajo serio y riguroso, aunque en las clases se utilicen metodologías de carácter lúdico y motivador.  Los niños que estudian música tienen que desarrollar todos estos valores que además de para la música les servirán para las demás áreas de su vida. 



- Porque la música genera ilusión y la clase de música es el lugar que la canaliza. El entusiasmo de conseguir algo difícil, algo que tiene mérito y compartirlo, es la base de las clases de música. La música es un lenguaje y como tal busca transmitir, por lo que la mayoría de las veces el fin es compartirla,  mostrarla a los demás. Eso genera en los niños un nivel de nerviosismo y autosuperación, pero a la vez es el motor que genera la ilusión para seguir aprendiendo y compartiendo. La ilusión es la mejor arma para conseguir la motivación del niño.

- Porque la clase de música es un lugar de convivencia con personas afines y en las que se crean unos fuertes vínculos de amistad potenciados por el trabajo en grupo. En las clases de música se establecen relaciones muy especiales, porque los alumnos deben adquirir distintos roles, que tienen que interiorizar (unas veces solistas, otras acompañantes) que hacen que respeten mucho más el trabajo de sus compañeros. Además, compartir una afición tan intensa y ser todos partícipes y responsables del éxito de las piezas musicales que se trabajan, hace que se creen vínculos especiales entre los alumnos.

- Porque las clases de música son (o debieran ser) muy divertidas. Una de las obligaciones básicas de los niños, y lo que les hace verdaderamente felices es divertirse. La música proporciona infinitos momentos de diversión, de risas, de juegos, de logros conseguidos. El ambiente en una clase de música debe ser de trabajo y concentración, pero a la vez de alegría por estar haciendo algo maravilloso. Cantar es divertido, moverse y bailar con la música es divertido, expresarse es divertido. No perdamos nunca de vista la sonrisa de los niños.


Podríamos enumerar un montón más de razones, pero lo que me gustaría leer es: ¿qué te aporta a ti la clase de música? ¿qué crees que el lo más importante de asistir a una clase de música? Espero vuestras aportaciones.



6 comentarios:

  1. ¡Estoy de acuerdo en todo! Estas cosas son las que nos llevaron a apuntar a Dani y David a clases de música hace ya...12-13 años? en La Isla. Ahora vemos que se ha dado en ellos la magia que comentas en el primer punto y han hecho de la música algo suyo, parte indispensable de su esencia.

    Sólo me gustaría destacar la capacidad de las clases de música para despertar y canalizar la sensibilidad y los sentimientos. D&D, como buenos adolescentes, no expresan mucho verbalmente, pero yo sé cuál es su estado de ánimo por la música que tocan o escuchan en cada momento y como en todos los momentos están tocando algún instrumento, cantando o escuchando música!!...

    Además, el hecho de que en clase de música tengan que preparar temas tocando juntos hace que las peleas entre hermanos se cambien por ensayos de canciones o por retos que se plantean el uno al otro del tipo: "¿A que no sabes tocar esto?""¿A que no te sacas este solo de guitarra?"....

    En todo esto Isabel, tienes mucha culpa tú :), ya lo sabes. Y D&D te pueden servir para demostrar como el "experimento" de La Isla, consistente en llevar a la práctica todo lo que comentas arriba ¡¡funciona!!.

    Bueno, me enrollo porque este tema me priva, ya lo hemos hablado muchas veces, pero creo firmemente que, como tú dices, las clases de música son vitales para el desarrollo integral de los niños.

    Un abrazo

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  2. Como sabes, mi hijo empezó el año pasado en música y si bien en pronto para ir más allá, sólo tiene 5 años, me daba cuenta que a la salida siempre estaba feliz y me contaba con una sonrisa el instrumento que habían tocado, visto o escuchado. Es el punto que hablas de que debieran ser muy divertidas y eso lo he visto en él. También es cierto que en alguna ocasión, escuchando alguna canción de la radio, me ha soltado, "mamá, esta canción es un poco triste, no?", por lo que realmente les hace pensar en las emociones que les transmite la música, a interiorizarlas y a canalizarlas.
    Creo que deberíamos leer este artículo todos los días, jejeje.
    Un besito!

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  3. Excelente divulgación-ensayo de la influencia positiva de la enseñanza musical en los niños. Como te decía en el primer post de esta serie es necesaria mucha divulgación sobre este asunto. Tú lo estás haciendo muy bien. Tenemos un libro a la vista...

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  4. Yo solo sé que mi Comino la vive como ninguna otra cosa... Que el mejor recurso que tenemos hoy día para calmarlo, para entretenerlo, es la música. Dicen que la música amansa a las fieras... :)) pero yo creo que consigue transportar a un plano más elevado, más espiritual, en un nivel más profundo de la persona. Quizá a través de la música los niños consiguen expresarse, desahogarse, con más facilidad. Y es increíble observarlo ya desde pequeños, siendo aún bebés, en mi caso.
    Gracias por esta reflexión tan completa y detallada, así como necesaria.
    Un besazo!

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