Una semana musical. Una noche mágica.

Hay quien dice que las vacaciones de Navidad son para descansar, pero yo conozco a unas cuantas personas, además de los Reyes Magos, que estas semanas tienen la agenda a tope. Son una panda de seres deliciosos que se dedican a repartir felicidad de la forma más bonita: con Música. 

Sí, los que nos dedicamos a esto, en Navidad no paramos. Pero... la verdad es que nos encanta. 

Para mí ha sido una semana muy completa. Empezamos con el concierto de los Profes de La Isla. Un lujazo tocar con esos grandes profesionales, y una ocasión perfecta para poner los dedos a punto con Schmann, Donizetti, Joplin... y maravillosa música navideña.

Una semana especial para los más pequeños, con un par de actuaciones de LA VERDADERA HISTORIA DE LOS DRAGONES, disfrutando muchísimo con un público familiar muy participativo.

Y el colofón final, con una noche mágica. El Concierto que año tras año esperamos. El Concierto de Navidad de Grupo Talía.

Este año, por segunda vez, dedicado a la música Soul. Un repertorio vibrante, emocionante, divertido, con sentimiento y mucho ritmo. 

Un concierto que es el resultado del intenso trabajo de un equipo increíble de profesionales, pero lo más importante, de personas maravillosas. Personas que lo entregan todo, que dedican todo su tiempo y energía, para que podamos disfrutar de un instante verdaderamente espectacular. Y no sólo lo digo yo, sino que lo pueden confirmar las 2300 personas que ayer no se movieron del asiento hasta después de la QUINTA propina, y sólo porque la orquesta y el coro se marcharon del escenario.

Foto: Iván Palomares

La alegría, energía y buen ambiente que se vivió ayer en la sala sinfónica del Auditorio Nacional es fruto del esfuerzo de todos, sí, de esa panda de locos, que dedica su tiempo a hacer lo que más nos gusta: Música. Pero sobre todo es gracias a unos arreglos magistrales de Alejandro Vivas dirigidos desde el corazón por Silvia Sanz.

La voz de Nuria Elósegui hizo vibrar a todos, la Orquesta Metropolitana de Madrid sonó con una intensidad y una calidad que llenaba hasta el último rincón del Auditorio, y que os voy a decir de mi Coro Talía; fuerza, energía, entusiasmo y hasta movimiento de caderas...

Ayer fue un día de distintas y fuertes emociones, en el escenario estaba rodeada de gente querida, incluso con el baile sexi de mi viola favorito. En el patio de butacas mi familia incondicional, amigos que repetían y otros que venían por primera vez. Ver su cara de emoción a la salida fue un auténtico regalo. 

Además nuevas emociones: fue la primera vez en mi vida que me abuchearon. Sí. sí... que miedito, (siento el susto a mi madre). Fui la encargada de anunciar que teníamos que cambiar al programa por haber perdido las partituras (recordad que fue 28 de diciembre) Menos mal que cuando aparecieron los monigotes de inocente, el ambiente se relajó.

En definitiva gran semana y gran noche. Todo gracias a la Música y a la gente fantástica que me rodea. 

No se me ocurre mejor manera para despedir el año.

¡El próximo año volvemos con más Música!