Inspiración, espiración, inspiración, espiración...el médico le había dicho que tenía que respirar rítmica y pausadamente, debía conseguir la mayor relajación. Inspiración, espiración, inspiración, espiración... como el péndulo de un metrónomo.
Tenían que colocarle la muñeca, había sufrido una lesión jugando con su pequeño. El apodo cariñoso de "el tigre" le venía ahora estupendamente, con sus casi dos añitos era una verdadera fierecilla y en sus jugueteos no medía su fuerza. No paraba quieto ni un instante, siempre quería jugar mas y más. Papá era el más fuerte, pero en esta ocasión se había hecho daño. Inspiración, espiración, inspiración, espiración... ¡Ay! Un momento de dolor.
Tenían que colocarle la muñeca, había sufrido una lesión jugando con su pequeño. El apodo cariñoso de "el tigre" le venía ahora estupendamente, con sus casi dos añitos era una verdadera fierecilla y en sus jugueteos no medía su fuerza. No paraba quieto ni un instante, siempre quería jugar mas y más. Papá era el más fuerte, pero en esta ocasión se había hecho daño. Inspiración, espiración, inspiración, espiración... ¡Ay! Un momento de dolor.
Mientras papá volvía a casa pensó que jugar con sus pequeños era lo más bonito del mundo, aunque a veces... fuera un poco peligroso. Inspiración, espiración, inspiración, espiración... ¡qué suerte poder jugar con ellos! Compartir esos momentos mágicos con sus pequeños cachorrillos que crecen demasiado rápido.
Mágica enseñanza!!! El mejor tiempo es el que se puede pasar junto a nuestros hijos, siempre se deben encontrar las maneras...
ResponderEliminarque bonito, hay que aprovechar cada momento con nuestros hijos
ResponderEliminarQué original, como siempre. Y es genial cómo muestra cómo combatir el dolor pensando en los hijos... ;) Me ha encantado, como siempre.
ResponderEliminarQue original, hemos interpretado la palabra inspiración igual ;-)
ResponderEliminarFeliz semana.
Raquel
http//:blog.lascamisetasdemamic.com
Y el cuento, como la vida, continúa. A los pocos días del suceso relatado, el que se "averiaba" era el pequeño y había que aplicar la misma técnica: inspiración, espiración... Pero en este caso, al pequeño y a todos los mayores que le rodeaban. Y es que el dolor de los pequeños nos hace daño a todos y se sufre más. Aunque su herida sea más leve.Inspiración, espiración....
ResponderEliminartoda la razón!! :)
EliminarMe ha emocionado. El pequeño "tigre" te puede hacer inspirar, espirar muchas veces pero siempre te llena el corazón, como a sus padres. El "tigre" mayor seguro que ayudó en los dos momentos de tensión. Él es el tigre protector.
ResponderEliminarestos peques... no miden sus fuerzas pero es tan divertido jugar con ellos!!!!!!!!! un bonito relato.. feliz día
ResponderEliminarla vida misma... y es que yaa no tenemos edad para según que cosas!! ... bueno, digamos que nos recuperamos peor que ellos... que son elásticos!! :)
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